Perderme en tu carne húmeda y frágil
huesos crujir en el silencio intacto de una noche tumefacta
y que cada tacto sea un solo morir lento
un rebatir de alas entre espuma y saliva
que mi corazón cante con un pulsido lento y agitado
lento y agitado
con mis dedos rasgar lo más profundo de tu ser dentro de mí
volar por el párpado cerrado de tu ombligo y salir disparado de tu nariz y volver a entrar por tu boca
que u hilo de saliva delpasiano os una en un momento fugaz
oroplumeando en rasgadueras oropéndolos águdos,
cayendo lento
lento
lento
en un pozo lleno de rabia y engendronsos caicaronas oscuras
que iluminan con sus dientes el paso del águila desplumada
y nadar, nadar en la nada de la nadágada alberca del fondo,
donde te vuelvo a encontrar,
y me abrazas
y nos olemos en el pelo el olor a aire y a nubes, a orgaminios densos de cantrorios fervientes
Perderme una vez más
y morir.