canto en un lugar oscuro sitiado por un dios que me ahoga en su esperma
canto y mi voz me ahoga en un alarido sin decibeles ni volumen ni palabras
mi cuerpo se une por un momento infinito con un cuerpo inmenso
(un grano de arena contenido en la garganta de un demonio chino posmoderno)
y corro, por avenidas plagadas de personas vivas que no respiran ni miran.
Intacto, incoloro, incorpóreo
infinito te espero
sentado en un bar sin noche en una ciudad sin estado en un mundo sin habitantes.