Monday, August 4, 2008

Oda a Miles Davis

Con una nota larga suspendida en el aire
te espero
grandioso Miles, espléndido glorioso Miles.
Tu trompeta llama a través de las décadas y no podemos más que detenernos a escucharla
con un toque de bebop encendiste a Kerouac y a Ginsberg
un leve soplido tuyo hace sonar música cristalizada
¿y qué?
una y otra vez
nos enciendes
para llamarte, llorando en este mar silencio que has dejado
buscando, en el tiempo de verano
una huella tuya.

Haikú a S.S.

Un poco de miel, un poco de té
y tu cuerpo desnudo
me basta.

Locura v.1

Con la locura de Oliveira a cuestas
camino por la calle llena de transeúntes
(los autos van veloces por la acera)
el sol dejó de brillar hace días
y la carta de renuncia lunar (firmada) está hace días en algún escritorio, olvidada.
Ahora ni las estrellas se han dignado aparecer
sin embargo, el resplandor de los ojos lupinos me iluminan el camino
y camino, lentamente
decidido a llegar al final
a rendirme ante una arcaica estatua oriental
y besarle la una del dedo gordo.