Monday, June 14, 2010

Oda a Gainsbourg

Vine a decirte que te quiero
pero el colibrí volando sobre tu puerta me detuvo
cautivo me quedo y lo miro con los ojos entornados en un ir y venir infinito
ir
y
venir
ir
y
venir
caigo en un estupor suave que me transporta a un momento stendhaliano donde todo importa menos yo
mis besos perdidos buscan llegar a ti y trazan un camino perfecto entre la soledad de mis deseos.
Pero nada importa, amor, más que tus besos alados
que van y vienen sobre tu puerta.
Vine a decirte que te quiero
y sigo aquí, en esperar de que la puerta se abra y encuentre tu forma imperfecta dibujada sobre un telón de fondo infinito como el universo entero.